SOBRE LA ESCUELA /

La familia es el entorno natural del desarrollo del niño y los padres desempeñan el papel de su primeros tutores. Se supone que la escuela apoya a la familia en su función de transmitir el conocimiento y educar, de ahí la necesidad de colaboración entre la escuela y el hogar. Los valores y las costumbres familiares deberían confirmarse y rezforzarse en la escuela. Sólo así el niño puede libremente crecer y desarrollarse con seguridad.

Hoy en día el hombre recibe constantemente gran cantidad de diferentes informaciones y sensaciones que vienen de diversas fuentes, incluyendo las indeseadas.

En tal situación el niño a menudo resulta ser indefenso y recibe sin crítica los comunicados contradictorios, lo que crea la sensación de cáos en su manera de percibir y entender el mundo. La escuela, a la par que la familia, ayuda al niño organizar y estructurar esta imagen del mundo, así que sea armonizable con el mundo de valores.

Lo especialmente importante es el respeto por la verdad. La escuela puede apoyar considerablemente a la familia en el campo del desarrollo personal del niño planteando exigencias cuyo propósito es la incitación a modelar la personalidad, superar las dificultades y alcanzar los objetivos. Además, la escuela es un lugar de encuentros de diferentes. Su papel es especialmente significativo a la hora de ganar experiencias relacionadas con la cooperación en el grupo paritario y la entrada en el mundo de leyes y deberes cívicos. El conocimiento necesario de la propia historia nacional, literatura, cultra y mundo natural permite desarrollar una actitud saludable de orgullo por su propio país y anhelo a cultivar la tradición en el futuro.

El desarrollo del jóven resultaría incompleto sin tener en cuenta su dimensión espiritual. Aquí también hace falta ofrecer modelos e incentivos.

En particular, prestamos atención al enfoque individual a cada alumno, intentamos descubrir sus talentos y ayudar a desarrollarlos. Eso facilita desarrollar una autoestima sana y encotrar su propio lugar en la comunidad escolar.

La cordialidad y la confianza demostrada por el maestro conlleva a la misma actitud de los alumnos, lo que constituye la base para el proceso realmente eficaz del aprenidazje y la educación.